Colaboración: Matías Roja y El Lobo


Matías corría por el bosque, horrorizado por la bestia que lo seguía, intentando ver dónde pisaba por la poca luz que la luna llena le ofrecía. Se dejaba convencer de que esa noche saldría con vida. Poco faltaba para llegar a su cabaña, cuando un aullido helaba su sangre. Contemplaba petrificado los ojos rojos que lo observaban a pocos metros, quizás esperando su movimiento para abalanzarse y devorarlo entre gritos.
– Perrito bueno.
Al can del infierno debía haberle parecido un insulto. Corría hacia él, embistiéndolo y quedando encima de su pecho tembloroso. Los dientes afilados rozaban su cara. El aliento sangriento no presagiaba nada bueno. Cerraba los ojos asumiendo su muerte, mas lo único que recibía era la humedad en su rostro. ¿Lo acababa de lamer? Volviendo a mirarlo, parecía que aquel lobo lo estaba sonriendo. ¿Qué estaba pasando? Matías estaba confuso, pero podía estarlo más. Presenciaba como de una forma inexplicable, desagradable y grotesca el animal se convertía en hombre.
– Jorge –se presentaba ofreciendo su mano para que se incorporara–. Tengo marihuana, ¿vienes?

Acerca de Henar de Andrés

Ella es sangrienta. Lo lleva en las venas. Se siente bien al ser cruel, como la vida, porque así, a esta, le paga con la misma moneda y, a su costa, saca sonrisas. Es una payasa. Pocas cosas se toma en serio. Prefiere tomarlas en jarra helada. No es irónica ni sarcástica, no, no, no, qué va, ni un poco, nada de nada… Puede ser una capulla, con tal de no abrirse y no clavarse más espinas. Parece cortante. Le cuesta cortarse, más incluso ver, en las personas, el cartel de frágil. Ella tiene pinta de dura. Dicen que todo se pega y ella ya se ha hecho amiga de las piedras por la fuerza. Es tierna. En el fondo. Para llegar a esa parte, solo tiene que quedarse sin aire. Aparentemente le gusta caminar por la cuerda floja de la sinceridad aunque termine ahorcándose. Desde niña, ha sido una niña. Puede envejecer, pero no madura. Se le puede calificar de inocente si no se la juzga. Ella es defensora y verdugo de sí misma. Ella es yo. Ella es lo que ven en mí, pero no soy yo. No del todo.
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102 respuestas a Colaboración: Matías Roja y El Lobo

  1. Gran relato. Hay Verdad en él, magníficas entre líneas.
    Ese final abierto sacude mi imaginación. ¿La abuelita del lobo se come al jovencito?, ¿alienta a los niños para que exploren el potencial de los bosques? -Greenpeace podría publicarlo-.

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  2. danielagzn dijo:

    Como toda gran obra, un fiel reflejo de la realidad sin tener pinta de serlo (:

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  3. bodicea72 dijo:

    No se me ocurre otra cosa mas que decirte :Tía, eres una grande.

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  4. Pero como conoces a los personajes para escribir este cuento.
    todavia me estoy riendo de la parte cuando Matias Roja le dice, -perrito bueno-
    más cuentos po favor.

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  5. Me pareció a mi o si hiciste un final para publico norteamericano. El final nórdico , quedó censurado.

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  6. Pido disculpas a tan notable cuentista. No más presiones. Que sensible que resultaste.
    La explotación es parte de mi naturaleza, ten en cuenta que soy descendiente de europeos.

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  7. Pero me confunde su avatar, es posible que lo haga para atrapar presas incautas. Será una viuda negra?

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  8. Hago la aclaración que mi apellido no es Menguele ni nada por el estilo, digo, porque Henar lo estas pensando.

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  9. etarrago dijo:

    Por cierto, Henar, ¿Tú eres la Henar de Deloitte?

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  10. etarrago dijo:

    Vivo vuestro encendido diálogo … y es para una obra de Cortázar. Gracias, Henar, gracias, Jordi … sois geniales

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  11. etarrago dijo:

    ¿Alguien puede hacer un resumen para los que entren de «nuevos»?

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